Ser emprendedor está de moda. Es un término que cuando lo dices queda hasta bien. El problema es que serlo implica una serie de requisitos porque el propio concepto lleva implícito el inicio de una actividad que, a su vez, lleva un desembolso de dinero. Y aquí es cuando surge el problema.
A casi todo el mundo le gusta lanzarse a nuevos proyectos y cometidos profesionales. El problema, sin embargo, es la falta de liquidez para hacer frente a los gastos que implica abrir un negocio. A pesar de que hacerlo por Internet es más barato que recurrir al canal tradicional, siempre hay unos costes operativos y de infraestructura que se deben contemplar como nos lo comentan desde http://www.naranjasquique.com/es/ . No obstante, hay una fórmula virtual conocida como Dropshipping que reduce notablemente los gastos y que puede igualmente dar grandes beneficios si se gestiona adecuadamente.
Actualmente, hay ejemplos muy famosos de dropshipping. Se trata de una tienda online que, en cierta manera, actúa de intermediario entre el cliente y el mayorista. La propia plataforma se encarga de atender al cliente, ayudarle a formalizar su pedido a través de la web y cobrarlo, pero es la empresa mayorista la que posteriormente realiza el envío y lo empaqueta a nombre del comercio virtual.
¿Y los beneficios?
¿De donde se sacan los beneficios? Pues muy sencillo. De una comisión que se lleva la tienda online que previamente ha pactado y cerrado con el fabricante o mayorista. La gran ventaja de este tipo de negocios es que no necesitas tener stock y, por tanto, no requieres de una planta o superficie para almacenaje y logística.
Como ves es más sencillo de lo que parece, pero también es importante que antes de emprender un negocio online de estas características, se analice en profundidad y se tengan en cuenta ciertos aspectos.
El primero y principal es que investigues hasta que punto el producto que quieres vender está saturado, es decir, tiene una gran competencia. Por otra parte, asegúrate del margen de beneficios que te vas a quedar. Lo mejor, en estos casos, es tratar directamente con fabricantes o distribuidores oficiales. Cuanto menos intermediarios haya, mucho mejor, porque mayor será tu beneficio.
Ten en cuenta también la plataforma desde la que vas a operar. Magento, Prestashop. Woocommerce son las más utilizadas hoy en día, pero hay algunas que dependiendo de lo que quieras vender, te ofrecen más facilidades de uso y una navegación más intuitiva que otras.
Ahora que ya conoces los aspectos básicos de esta nueva modalidad de negocio virtual, empieza a hacer números y mira si te puedes convertir en un gran emprendedor.