¿Qué hago con mi piscina de acero en invierno?

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Las piscinas de acero son una gran opción de entretenimiento para tener en casa, son muy prácticas, resistentes y duraderas. Durante los meses de calor son un aliado importante de la climatización, aparte de ser muy divertidas y placenteras. Además, son muy económicas y desmontables.

Sin embargo, cuando llegan los meses de frío se hace impensable utilizarlas, ya no queremos estar en el exterior y las piscinas se quedan vacías, ¿qué hacer con ellas entonces?

Piscinas enterradas

Las piscinas de acero Athena pueden enterrarse para que queden a ras del suelo, esto tiene ventajas estéticas y de comodidad. En los casos en los que la piscina esté enterrada, se puede dejar descubierta durante el invierno, de esa manera se convierte en un elemento decorativo, ya que el agua transmite paz y quietud. Debido a las bajas temperaturas y a la falta de uso, el agua requiere menos químicos para mantenerse limpia, con lo cual el mantenimiento se simplifica mucho.

Otra alternativa, que es más recomendable, es cubrir la piscina de acero con un material especialmente diseñado para ello. De esta manera, el agua queda encerrada y mantiene sus condiciones hasta que vuelva a ser utilizada.

Piscinas sobre suelo

Si la piscina de acero está sobre el suelo, lo mejor siempre es cubrirla, para ello se utilizan cubiertas especiales para el invierno, las cuales resisten las bajas temperaturas y protegen de los agentes externos, además ayudan a mantener las condiciones del agua óptimas.

Estas cubiertas son opacas, de manera que la luz solar no penetre, esto es muy importante para mantener el agua libre de algas, ya que a falta de luz, estos organismos no pueden crecer.

Es importante que el tamaño de la cubierta esté adaptado a la piscina, para que la tape completamente, esto es lo que permite que no entren partículas que la puedan contaminar. Durante los meses de frío, el viento puede arrastrar cualquier cantidad de partículas, hojas, ramas, basura, lo cual ensucia el agua si no está apropiadamente sellada.

Ventajas de cubrir la piscina

Se ahorra tiempo, ya que cuando comienza la temporada calurosa se puede utilizar la piscina inmediatamente. No es necesario vaciarla, limpiarla ni volver a llenarla, ya que debajo de la cubierta se mantienen las condiciones ideales para su utilización.

Se ahorra dinero, ya que se alarga la vida útil del liner, la cubierta protege el material, evitando su deterioro. El liner es la cubierta interna de la piscina, la cual debe cambiarse periódicamente, al perder sus propiedades.

Se evita la evaporación del agua, con lo cual es innecesario el proceso de completarla para llegar al nivel deseado.

Las piscinas cubiertas son más seguras, en los casos en los que hay niños pequeños que puedan caer dentro por un descuido. Esto es especialmente importante en las piscinas enterradas.

Las cubiertas suelen incluir un sistema de drenado de aguas de lluvia, de manera que no penetren a la piscina y se conviertan en foco de problemas.

Consejos para colocar la cubierta

  • Es importante colocarla apenas haya cesado el uso de la piscina, o recién hecho el mantenimiento con químicos, cuanto menos se espere para cubrirla será mejor. Esto se debe a que mientras más limpia esté en el momento de cubrirla, será mejor el resultado al destaparla.
  • Dependiendo del tamaño de la piscina, se requerirá de dos o más personas para realizar la cobertura.
  • La cubierta debe ser extendida a un lado de la piscina, luego tomada por cada extremo y colocarla encima del agua. En ese momento hay que ubicarla de manera simétrica.
  • Inmediatamente se hace el tensado de la cubierta, esto es accionar los dispositivos que la van a mantener bien estirada y tapando la abertura por completo. Para eso se requiere ir accionando los tensores de lado a lado.

Con estos consejos, el invierno no será un problema, y al regresar los meses de calor se podrá disfrutar de la piscina en todo su esplendor.

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